A unos pocos días de que la gordita cumpla su primer año, son muchas las cosas que han cambiado en nuestras vidas.
Hemos pasado de un mini-apartamento de pareja en el centro, a una casa con mucho espacio, césped y piscina, cortesía del abuelo.
De tener muy pocas horas libres, una agenda apretada y muchos quebraderos de cabeza, a disponer de bastante más tiempo para ocupar en lo que realmente nos apetece (y seguir teniendo muchos, muchísimos quebraderos de cabeza)
De trabajar fuera sin descanso, a trabajar desde casa a otro ritmo más pausado.
Pero a cambio, hemos dejado atrás un proyecto más que chulo que nos ha robado hasta el alma.
Y a pesar de que son demasiados cambios para alguien tan cuadriculada como yo, creo (y deseo) que nos va a ir fenomenal, y por eso, aquí estoy para contarlo.